Nora Gallego es graduada en Bellas Artes en la Universidad de Murcia. Desde pequeña siente inquietud y curiosidad por el arte; lo lleva en las venas gracias a su padre, Juan Gallego, un pintor con una larga trayectoria, a quien incluso ayuda a decorar algunos de sus cuadros.

A medida que Nora aprendía nuevas técnicas y perfeccionaba otras, se enamoró de capturar escenas cotidianas, explorando su belleza oculta. Considera que son momentos y lugares que a menudo pasan desapercibidos, y se objetivo es resignificarlos y darles el protagonismo que merecen.
Actualmente, su estilo está en constante evolución, combinando la luz y frescura del impresionismo con el contraste y el misterio del barroco.

Un factor constante en su obra es la interacción con el espectador. No cree en la imagen distante que se adora en los museos; prefiere hacer que cada espectador participe y complete sus obras, ya sea mentalmente o, en ocasiones, físicamente. Para ella, una pieza no está completa hasta que alguien más la hace suya.
Esta forma de entender el arte surgió durante sus estudios, donde se familiarizó con el acrílico y con la rapidez que requiere. Aceptó esa agilidad como un reto, y a lo largo de los años, su estilo evolucionó desde el hiperrealismo hasta un realismo más suelto, con pinceladas que aportan movimiento. Luego descubrió la acuarela, una técnica a la que regresó años después para entenderla mejor.

Además de su obra personal, también realiza trabajos por encargo. Si quieres continuar disfrutando de su arte o encargar una obra, puedes visitar su perfil de Instagram.