En definitiva, el estilo artístico reflejado en sus obras parece caracterizarse por una fusión de realismo con elementos surrealistas y un uso audaz del color.
Grace emplea colores intensos y contrastes notables para crear una atmósfera onírica, donde sus escenarios se presentan con un toque de fantasía y simbolismo.
Las composiciones, aunque detalladas y realistas en algunas partes, invitan a la interpretación personal, destacando una tensión entre lo natural y lo lúdico.