Gemma Capdevilla es una ilustradora que desde los doce años tiene claro que quiere dedicarse a este arte. Ha aprendido gran parte de su conocimiento en la Escola Llotja y en Eina, y también ha estudiado Bellas Artes. Reside al pie del Montseny, donde imparte talleres para niños y niñas, de los cuales obtiene gran parte de su inspiración. A menudo sale a correr o caminar por los caminos cercanos a su casa, en busca de lo que sucede en el bosque cuando nadie lo está observando.
Como ilustradora, llena con la imaginación todo lo que los ojos no pueden ver y es que Gemma le cautivan las vidas secretas que se ocultan entre los bosques. Le fascinan sus sombras bajo la luna, los ruidos furtivos entre las ramas y un reflejo fugaz en la delgada línea que separa el cielo y el mar.
Por tanto, su trabajo se caracteriza por una sensibilidad que captura la esencia de lo salvaje y lo tierno en la naturaleza, plasmando sus observaciones y su imaginación en el papel.
A menudo emplea acuarelas para lograr efectos suaves y fluidos en sus ilustraciones, lo que le permite capturar la atmósfera etérea y los matices de luz y sombra de los paisajes naturales. Además de acuarelas, utiliza lápices y tintas para añadir detalles precisos y definir formas.
Capdevila también incorpora técnicas mixtas, integrando diferentes materiales y métodos para enriquecer sus composiciones. La combinación de colores suaves y detalles intrincados crea una sensación de magia y misterio en sus obras, evocando tanto la belleza como el enigma del mundo natural.
¡Nos encanta su trabajo! Si quieres descubrir más artistas increíbles te invitamos a visitar otro post de Esto No Es Arte.