Una plancha, tijeras, grapas y tul son las herramientas básicas con las que Benjamin Shine crea sus dibujos. El autor juega con las sombras que consigue al doblar y superponer diferentes capas de la tela de tul, hasta crear la figura deseada.
Se trata de una compleja técnica que requiere de tiempo y de cierta capacidad de abstracción. Sólo en la distancia es posible percibir los retratos que el autor compone.
Gracias a la superposición de capas, Benjamin Shine crea imágenes vaporosas, que desprenden cierta fragilidad.
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